lunes, 12 de abril de 2010

PIT BULL TERRIER AMERICANO: ¿Perros agresivos o peligrosos? (PARTE III)

MITOS Y REALIDAD DEL PIT BULL TERRIER

Pues aún insistimos, en que estos perros no son máquinas de destrucción, tampoco son más agresivos que otros perros, de hecho los perritos chiquitos son más histéricos, un pitbull es muy templado de carácter.

Aunque no son monstruos, ni son experimentos genéticos descabellados como afirman algunos, sí hay que tener un poco de cuidado, mas bien informarse, antes de elegirlos como mascota.

Al tratar de formarse un juicio objetivo sobre el Pit Bull Terrier nos topamos con distintos factores, el primero es la poca uniformidad entre los ejemplares, lo cual hace que veamos a algunos muy diferentes de otros; el segundo es que, independiente de la nocbleza o no de una raza, el Pit Bull Terrier ha sido víctima de la moda, por lo tanto, ha tendido a caer muy seguido en muy malas manos; otro factor es su historia, la cual le desfavorece; pero, cuidado, su historial de violencia siempre fue hacia otros perros, no hacia humanos.

Ese punto es importante, y es que para que se pudieran manipular, aun encolerizados, los Pit Bull Terrier no debían morder a los presentes ni a quienes lo manipulaban, y los ejemplares que lo hacían, muchas veces eran sacrificadas.

No podemos desconocer que lo que ahora condenamos en el Pit Bull Terrier fue su razón de existir en otra época. La crianza selectiva lo llevó a ser un formidable luchador, y por algo sigue siendo utilizado en los círculos de peleas clandestinas, porque muchos ejemplares actuales aún lo son, cosa que no se daría si no hubieran heradado ciertas características de sus antepasados.

La efectividad del Pit Bull Terrier en las arenas no se debe sólo a sus grandes capacidades atléticas y poderosa mordida, es producto de ciertas características mentales como, por ejemplo, un gran valor, una gran tolerancia al estrés y al dolor, y además, la pérdida (en algunos ejemplares) de ciertas conductas sociales naturales de los cánidos, como el dejar en paz al perro que ya se ha sometido y los rituales previos al ataque.

Es cierto que los rasgos que no se utilizan en mucho tiempo se van perdiendo, y así ha sucedido con muchas familias de pits, que hace largo tiempo están alejadas de las peleas. En estos casos podremos suponer que el factor genético pesa poco, pues las riñas de perros han dejado de ser algo masivo hace muchos años, pero lamentablemente no podemos decir lo mismo de muchos perros que siguen siendo utilizados para combate, y mantienen a ciertos grupos con las indeseables características de sus antepasados. Basándose así en el factor genético, podríamos dividirlos en dos grupos completamente diferentes.

Hay quienes dicen que en la constante selección de perros agresivos, se repitió mucho la cruza de los ejemplares que venían enfermos con trastornos de conducta, como por ejemplo con deficiencias en la recaptación de serotonina (un neurotransmisor), por lo que los ejemplares de esta raza podrían tener mayor posibilidad de heredar estas alteraciones, solo cuestión de probabilidades.

Como sea, actualmente muchos ejemplares de Pit Bull continúan obteniendo victorias en las peleas, recordándonos que su pasado no está del todo olvidado. Sería absurdo creer que su temperamiento no esté adaptado a su función, y esto se aplica también, por otro lado, a la enorme cantidad de perros que llevan varias generaciones siendo usados como simpáticos forzudos de compañía. Independiente de la raza, no podemos olvidar su historia, en este caso dividida.

Por supuesto el factor entorno continúa siendo el más importante, pero independiente de la buena intención del dueño y de lo dócil que puede ser el perro en condiciones normales, no se puede dejar de tener cuidado en la procedencia de su Pit Bull. Hay que asegurarse de que no descienda de padres de pelea, donde aún tenderán a nacer con características sociales alteradas, que si bien, pueden ser corregidas con éxito, supondrán mayor cuidado en la crianza, además ¿sabría usted cómo inculcarle, por ejemplo, el respeto por las señales de sumisión a su perro si sus padres no se las enseñaron y no heredó esa conducta natural?, algo es seguro, no es sólo con buena intención y amor.

En resumen, ahi que tener en cuenta dos cosas importantes, que los perros Pit Bull Terrier son mucho más fuertes que otros perros, entonces si se les provoca obvio se van a defender y los resultados no serán nada agradables sobre todo por el tipo de mordida.

Y si tienes niños pues mas bien cuida al perro de los niños. Aunque parezca una broma, pues es verdad, enseñales a los chiquitines a no jugar agresivo con él, porque pueden fastidiarlo y entonces si se van a ganar no mordida, pero un buen empujón. Los mismo pasa con todas las razas de perros y los niños, a los niños hay que enseñarles a respetar al perro. El perro no agrede sólo porque quiere y los niños pues a veces no miden sus fuerzas.

Y aún fastidiando al pitbull a los de su casa no los muerde, pues he visto mucho casos de personas con pit bull con absceso abierto (herida con materia), y le curaban ellos mismos su herida o incluso el veterinario, y jamás han mordido a ninguno, a pesar de que les duele terrible, en caso extremo solo gruñen cuando ya les parece suficiente. Incluso ahi muchas familias que tienen perros de esta raza, además de varios gatos, un caso en especial, tiene un perro pit bull y tambien 6 gatos hermanos, que sólo saben maltratar a la perrita, y ella jamás los ha herido, sólo les gruñe y sale corriendo a buscar a la dueña.